Galletas Linzer

¡¡Hola de nuevo!!

Otro  mes más vuelvo por aquí para endulzaros un poquito la vida. Ya sabéis eso que dicen que una vez al mes no hace daño. No, espera, igual no era así... Bueno, ¡da igual! ;)

Por si alguien no se había dado cuenta aún (me cuesta creerlo), ya tenemos las Navidades a la vuelta de la esquina. Sí, sí, aún falta un mes en el calendario, pero basta darse una vuelta por el Centro Comercial y cualquiera de sus tiendas para ver que la Navidad está en el aire. Ya están las luces, los escaparates decorados, las promociones especiales para el Olentzero y los Reyes Magos y ya he oído más de un villancico. Así que me he dicho: pues oye, voy a compartir una receta con aire navideño. Así podéis ir practicando antes de que lleguen esos días.

Estas galletas son de origen austriaco y son una variante de la Linzer torte, nombre derivado de la ciudad de Linz. Es una receta además súper antigua, ya que hay referencias de ella ya en el siglo XVII. Aunque hoy en día ya se comen en cualquier época del año, tradicionalmente han sido unas galletas navideñas. Pero desde ya os digo que no las vais a poder comer sólo en Navidad...¡porque están buenísimas! 

Lo normal es rellenarlas con una mermelada de fresa o de frambuesa y así quedan aún más bonitas con el contraste entre el blanco del azúcar glas y el color rojo que se ve por el agujero. Pero yo por casa tenía mermelada de albaricoque y la quería aprovechar. Da igual qué sabor uséis, os van a encantar igual igual.

¡Vamos a ello!

GALLETAS LINZER

Tiempo de preparación: 15 minutos

Cocción: 15 minutos a 170ºC

Cantidad: 25 galletas (es decir, 25 tapas y 25 bases)

Ingredientes

·         240 g. de almendra molida

·         375 g. de harina de fuerza (también sirve la harina normal)

·         120 g. de azúcar glas

·         250 g. de mantequilla a temperatura ambiente

·         1 huevo

·         1 cucharada de azúcar avainillado (opcional)

·         Una pizca de sal

·         Mermelada para rellenar

 

Preparación

1.- Tamizamos la harina junto con el azúcar glas.

2.- En un bol ponemos todos los ingredientes (menos la mermelada evidentemente) y los mezclamos poco a poco. Primero trabajamos un poco con los dedos hasta que tenga aspecto de migas de pan y luego ya lo vamos amasando hasta que quede una bola de masa homogénea.

3.- La ponemos entre dos trozos de papel de horno y extendemos con un rodillo hasta lograr el grosor deseado (unos 5mm. aproximadamente). Metemos a la nevera mínimo 1 hora.

4.- Precalentamos el horno a 170ºC.

5.- Cortamos las galletas con la forma deseada y las ponemos sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Hay que hacer unas "enteras" y otras con agujero en medio para que se vea la mermelada. Si no tenéis cortadores para estas galletas, podéis usar cualquier cortador y para el agujero un cortador más pequeño.

6.- Horneamos a 170ºC unos 15 minutos. Lo ideal es que queden un poco blanquitas, que no se tuesten mucho. Las dejamos 5 minutos en la bandeja y luego las pasamos a una rejilla para que se terminen de enfriar.

7.- Una vez frías, espolvoreamos las tapas con azúcar glas (hay que hacerlo antes de montar la galleta para no "manchar" la mermelada). Ponemos un poco de mermelada en las galletas de la base y por último las tapas.

Consejos

·         La almendra molida la podéis comprar así o si no podéis coger 240 g. de almendras peladas y triturarlas con la batidora.

·         Puede sustituirse la almendra molida por avellana, nuez o por harina si no queréis que sepan a frutos secos.

·         Yo usé mermelada de nectarina porque tenía un bote que me regaló mi madre hace un tiempo. Pero podéis usar mermelada del sabor que queráis. Originalmente estas galletas llevan mermelada de color rojo.

·         La receta original utilizaba una cucharadita de levadura. A mí se me olvidó echársela, pero de todas formas no me gusta echar levadura a las galletas para que conserven mejor la forma.

·         En la receta original, además, forman la bola de masa, la refrigeran y luego la estiran, cortan y hornean. Yo prefiero primero estirar y luego refrigerar, porque es más fácil estirar la masa así. Además luego sólo es cortar y meter al horno, con lo que metemos las galletas frías y conservan mejor la forma.

·         Si no tenéis cortador para galletas Linzer (se ve el mío en alguna de las fotos) podéis usar cualquier otro cortador con la forma que os guste y luego usar uno más pequeño para el agujero del centro. Se pueden hacer incluso con un vaso la galleta y con un tapón el centro...

Os puedo asegurar que van a ser un éxito total. Aunque lleve un poco de trabajo prepararlas (tampoco mucho, la verdad) el resultado merece la pena, no sólo estéticamente sino por lo buenas que están. Preparadlas estas fiestas (o cuando sea)… ¡¡y ya veréis que triunfáis!!

Muas

Iratxe