¡¡Feliz Navidad!!
Como este mes es el último del
año compartiendo recetas para el Centro Comercial El
Boulevard, he pensado que la mejor manera de acabarlo era con un panettone. Una receta navideña a más no
poder y que, aunque no es típica de aquí sino de Italia, se ha hecho cada vez
más popular en nuestro país.
Cuando viví en Italia (un añito por allá por el 2008) me
enamoré locamente del panettone. En realidad me
enamoré de todo en general, pero de este dulce típico navideño en particular.
Es más, estuve comiendo panettone desde noviembre hasta marzo. Y porque en
marzo me volví ya para Vitoria, que si no... Jejejeje.
Desde entonces, no
pasan unas Navidades sin que coma panettone. Aunque sobre todo lo como
después, cuando los ponen todos en oferta en el supermercado para quitárselos
de en medio. Pero os puedo asegurar que esta receta que os traigo hoy no se
asemeja para nada a la de los supermercados. Es infinitamente mejor.
¿Qué
deciros de este panettone? Este dulce es el rey indiscutible de los dulces navideños
en Italia. Aunque en origen es de Milán, se ha popularizado en todo el país y a
día de hoy es impensable una Navidad sin él. Hay varias leyendas acerca de cómo
se inventó, pero lo único que parece
claro es que fue alguien llamado Toni y de ahí el nombre: pan de Toni.
Pero también es el rey de las recetas "complejas". No es que sea complicado en sí, pero se necesita mucho tiempo y paciencia para lograr un auténtico panettone, con sus levados y todos sus matices de sabor.
Durante
todo el proceso de preparación temí en varias ocasiones por el éxito de la
receta.
Según la receta original hay que conseguir siempre una masa "lisa, homogénea
y no pegajosa". Ejem... Cualquier parecido de mi masa con la del vídeo o las fotos de la original (la saqué de una famosa página italiana de recetas) es pura coincidencia. Menos mal que en los
comentarios vi que a mucha gente le pasaba lo mismo y que necesitaban añadir
más harina de la que ponía y que aun así era difícil de manejar e imposible
formar una bola lisa. ¡Yo incluso puse un huevo menos para ver si así podía
manejar aquello!
Sobre todo en los dos levados intermedios aquello
era una masa inmunda, descontrolada, que se desparramaba por todos lados y que
no paraba de crecer llevándose todo a su paso. Llegué a temer que acabara
fagocitando al gato en su crecimiento descontrolado o que invadiera la casa de
los vecinos. ¡Con la masa que me quité
de las manos podría haber hecho por lo menos otro panettone más! ;)
Lo único que me hizo persistir y no tirar aquel Allien a la basura fue el olor que desprendía (bueno, y el miedo a que por la noche se escapara de la basura y se dedicara a sembrar el caos). Un olor a masa, a bollo dulce, a panettone de verdad. ¡Necesitaba comerme ese olor! Así que no lo tiré, seguí dejándole crecer con la forma que le diera la gana y que fuera lo que tuviera que ser.
Y aquí
el resultado. Os pongo la receta tal y como yo la hice, no como la original
que será aún menos manejable. De verdad que todo el tiempo de espera merece la
pena, nada que ver con los comerciales. No dejéis de leer los consejos/trucos/variaciones
más abajo para saber cómo adaptarlo a vuestros gustos o circunstancias.
Paciencia y al lío...
PANETONNE
Tiempo de preparación: 1 hora
Levado: Entre todos los levados mínimo 7 horas
Cocción: 60 minutos
Cantidad: 1 panetonne de aproximadamente 1 kg. (Yo hice
dos de 500 g.)
Ingredientes
·
550 g. de harina
de fuerza (puede que un poquito más, pero no más de 600 g.)
·
12 g. de levadura fresca (medio cubo)
·
60 ml. de leche tibia
·
4 huevos + 2 yemas
·
200 g. de azúcar
·
160 g. de mantequilla a temperatura ambiente
·
Una pizca de sal
·
Frutas escarchadas
·
Ralladura de naranja o de limón
·
Pasas
Preparación
Lo vamos a elaborar en
tres fases.
Primera fase: 10 g. de levadura, una cucharadita de azúcar, 60 ml. de leche
tibia y 100 g. de harina de fuerza.
Disolvemos la levadura en la leche tibia (que no queme porque
entonces matamos la levadura!!). Añadimos el azúcar (servirá de
"comida" para el fermento) y la harina. Amasamos hasta conseguir una
masa homogénea. La mía quedaba pegajosilla, así que no añadáis más harina.
Ponemos la bola de masa en un bol, cubrimos con film
transparente y dejamos levar hasta que doble su volumen. A 30ºC son 30
minutos, yo la tuve un par de horas a unos 20ºC que haría en mi cocina.
Segunda fase: 200 g. de harina de fuerza, 2 g. de levadura,
2 huevos, 60 g. de azúcar, 60 g. de mantequilla a temperatura ambiente.
Amasamos la harina, los huevos, la levadura restante y la masa
que teníamos antes. Cuando se haya integrado todo, añadimos el azúcar.
Continuamos amasando hasta que se haya incorporado todo el azúcar. Agregamos
entonces la
mantequilla cortada en dados y amasamos para que se integre bien.
Podéis hacerlo a mano o con la batidora con el gancho de amasar.
Cuando consigamos algo homogéneo, formamos una bola, la tapamos
con film transparente y lo volvemos a dejar levar hasta que doble el volumen.
Mi masa era bastante pegajosa y un poco difícil de manejar, pero la metí en un
cuenco y la dejé levar.
El tiempo dependerá de la temperatura, pero unas 2 horas a 30ºC
(yo la tuve 3 horas).
Tercera fase: 350 g. de harina, 2 huevos y 2 yemas, 140 g.
de azúcar, 100 g. de mantequilla a temperatura ambiente, sal, frutas
escarchadas y pasas (o lo que vayamos a usar de relleno).
Cogemos nuestra masa descontrolada y amorfa y la volcamos sobre
la superficie de trabajo (o en bol de la batidora). Añadimos la harina, los
huevos y las yemas. Amasamos unos 10 minutos hasta que quede todo bien
integrado y trabajado. Incorporamos entonces el azúcar restante y una pizca de
sal y amasamos un poco más hasta que se quede una masa homogénea. Agregamos
entonces la mantequilla cortada en dados. Primero la mitad y cuando se haya
incorporado añadimos el resto. Puede que le cueste un poco pero al final se
incorpora.
Por último añadimos las frutas escarchadas, la ralladura de piel
de naranja o de limón, las pasas o lo que vayamos a usar de relleno. Amasamos
un poco para que se distribuyan. Formamos una bola (si podemos) con la masa y
la volvemos a tapar con film transparente. Dejamos levar hasta que doble
volumen. A 30ºC unas 2 horas (yo lo tuve unas 3 horas).
Para el molde, en
Italia hay moldes
especiales para panettone. Aquí venden unos de cartón especiales. Yo no
tenía ninguno de los dos, así que usé un molde para tartas alto y estrecho y
otro más ancho y bajito. Los forramos con papel de horno y los engrasamos.
Cogemos la masa y la dividimos en tantas partes como panettones
queramos hacer (en mi caso dos). Si tenéis un molde grande no hace falta. Hay
que intentar formar una bola y meterla en el molde. Aquí hará ya el último
levado hasta que doble el volumen.
Otra vez unas 2 horas a 30ºC. Como era de noche yo lo que hice
fue meterlo a la nevera para ralentizar el proceso y así hornearlos por la mañana.
Estuvo como unas 12 horas.
A la hora de
hornearlos, precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 200ºC.
Con un cuchillo afilado hacemos una cruz en la superficie de la
masa y en el centro ponemos un poquito de mantequilla (algo menos que el tamaño
de una nuez).
Los primeros 10
minutos lo horneamos a 200ºC. Luego bajamos la temperatura a 190ºC otros 10
minutos. Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura a 180ºC y la dejamos así
hasta completar la hora. Si veis que la superficie se dora demasiado, podéis
taparlos con papel albal. Es recomendable poner un recipiente con agua en el
horno durante la cocción para que salga más jugoso.
Pasado el tiempo, sacamos el panettone del horno y dejamos que
se enfríe antes de desmoldarlo.
Consejos
·
Realmente el único truco o consejo
que os puedo dar es: PACIENCIA.
Puede que en algunas fases del proceso parezca que eso no va a llegar a ninguna
parte, pero el resultado merece la pena.
· Si no tenéis tiempo o no queréis andar dependiendo de los
tiempos de levado, siempre los podéis retardar. Si metéis la masa a la nevera el tiempo de levado será mucho
mayor, hasta el punto de poder tenerlo toda la noche. Podéis hacer esto en
cualquiera de los levados. Yo lo hice en el último, pero porque ya era de
noche, pero podéis gestionar los tiempos como mejor os venga.
·
Si en lugar de levadura
fresca (la venden en cubos de 25 g.) usáis levadura seca, tiene que ser
de la de panadería. La cantidad tiene que ser 1/3 de la fresca, es decir, en
este caso 4 g. de levadura seca de panadería.
· Yo no le puse pasas porque no tenía, pero el auténtico panettone
sí que las lleva. Si queréis añadírselas, las
tendréis que poner a reblandecer unas horas en agua o en ron (o cualquier otro
licor que os guste).
·
Otra opción de relleno muy
recurrente es el chocolate. Podéis
añadir 100 g. de pepitas de chocolate o
de chocolate rallado, un poco enharinadas
para que no se vayan al fondo.
·
Podéis aromatizar el panettone a
vuestro gusto. Para ello, en la última fase de agregar ingredientes le añadís
semillas de vainilla, un
chorrito de ron o de cualquier licor, un poco de aroma de naranja,...
· La sal nunca se añade cuando se añade la levadura. Hay que pensar que la levadura es un "ser" vivo y la
sal lo mata, con lo cual no levaría.
·
Los panettones "verdaderos" se ponen a enfriar boca
abajo, agarrados por unos ganchos para que no se bajen. En
esta receta no ponía que hiciera falta hacerlo, de hecho yo no lo hice y no ha
habido problemas de que se bajaran.
·
Se pueden hornear en latas de metal, las típicas en las que viene la fruta en almíbar. Pero
necesitáis una lata muy grande o, si lo hacéis en latas pequeñas, reducir los
tiempos de horneado.
Vale, sí, así leída
toda la receta y todo el proceso parece algo complicadísimo, casi imposible.
Pero ya os digo que difícil no es, es más bien laborioso y requiere de
paciencia. Eso sí, el resultado os va a gustar, nunca habéis comido un
panetonne tan tierno, jugoso y con un sabor tan bueno. ¡Palabrita!
Animaos a prepararlo
estas fiestas y seguro que triunfáis más que la Coca-Cola ;)
¡¡Feliz Navidad!! Y hasta la próxima...
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