¡¡¡Hola de nuevo!!!
Ayyyy, ya ha llegado el otoño. Es una época ésta
que me produce sentimientos encontrados. Por un lado, me encantan los colores
del otoño, cómo se llena el campo de naranjas, ocres, rojos... Además empieza a
hacer fresquito y apetece volver a encender el horno y tomarse bebidas
calentitas acompañadas de algún bizcocho, bollo o galleta. Pero, por otro lado,
me deprime mucho que los días sean cada vez más cortos y oscuros, que llueva,
que haga frío y que no vayamos a ver el sol casi hasta dentro de muuuuchos
meses.
Pero bueno, que para paliar esos efectos
negativos del otoño hoy os voy a enseñar a hacer unas galletas enrolladas que
son súper coloridas y alegres y que donde van, triunfan. No os asustéis porque
son muy fáciles de hacer y el éxito lo tenéis asegurado. Primero os pongo la receta de la masa que uso yo para
galletas, pero vale la que más os guste o mejor resultado os dé. Recetas hay un
montón, con pequeñas variaciones de una a otra. Después de probar varias, ésta
es la que mejor resultado me da tanto en textura como en consistencia y sabor.
Pero cada cual que pruebe y encuentre la suya.
¡Vamos allá!
GALLETAS ENROLLADAS
Tiempo de preparación: 10 minutos + tiempo de refrigeración.
Cocción: 15 minutos
a 180ºC.
Ingredientes
·
200 g. de mantequilla a temperatura ambiente
·
100 g. de azúcar glas
·
1 huevo a temperatura ambiente ligeramente batido
·
1 cucharada de esencia de vainilla (o el sabor que queráis
darle)
·
350 g. de harina tamizada
·
1 pizca de sal (opcional, sirve para potenciar el sabor)
Preparación
Se pueden mezclar de dos
maneras. Os cuento las dos y cada cual que elija la que mejor le va...
1.- Ponemos la mantequilla junto con
el azúcar en un bol y batimos hasta formar una crema. Añadimos la vainilla e
integramos. Añadimos el huevo y batimos lo justo para que se integre (no
queremos meter aire a la masa). Puede parecer en este punto que la masa se
corta, pero eso se arregla cuando añadimos la harina. Vamos agregando la harina
poco a poco, mezclando con la batidora (si tenéis una con pala tipo la KA) o
con una cuchara de madera. Tendremos que terminar de amasar con las manos hasta
formar una bola lisa.
2.- Ponemos todos los ingredientes
juntos en un bol y vamos juntándolos con las manos. Primero tendremos una
especie de migas sueltas, pero poco a poco podremos formar una bola de masa.
Una vez hemos formado la bola de masa (sin
refrigerar ni nada) la dividimos en dos partes, intentando que sean lo más
parecidas posibles. Una de ellas la teñimos de rojo. Para ello usé colorante Extra Red de Sugar Flair. Con un palillo ponemos un poco de colorante en la
masa y tenemos que ir amasando poco a poco hasta que se integre en toda la masa
y consigamos una bola de color rojo.
Estiramos con un rodillo nuestras masas (la
normal y la roja) intentando que nos queden de forma rectangular (ejem, esto yo
no lo tuve muy en cuenta...). Las colocamos en una bandeja de horno de la
siguiente manera: papel de horno, masa "blanca", papel de horno, masa
roja y papel de horno. Las metemos a la nevera a enfriar durante al menos dos
horas para que cojan consistencia (podéis dejarlas para el día siguiente).
Cuando las sacamos, hay que esperar 5
minutillos para que cojan algo de temperatura pero sin que se ablanden.
Entonces pondremos la masa "blanca" sobre papel de horno y con mucho
cuidado colocaremos la roja encima intentando que encajen lo mejor posible.
Recortamos los bordes que nos hayan quedado
más desiguales.
Ahora viene la parte digamos
"delicada". Tenemos que enrollar la masa con cuidado de que no se
agriete o rompa. Despacito vamos enrollando y haciendo fuerza para que quede
una espiral compacta, sin agujeros. Si vemos que la masa "blanca",
que es la de fuera, se agrieta un poco, podemos pellizcarla un poco con los
dedos para tratar de quitar los agujeros.
Cuando tengamos el rulo,
podemos decorarlo con sprinkles (confetti comestible) en la parte exterior. Yo
lo corté por la mitad y a cada mitad le puse unos sprinkles diferentes. Se
trata de rebozarlo bien, apretando para que se peguen. No os voy a engañar, para
mí esto fue lo más difícil porque había zonas en las que no había manera que
los sprinkles se pegaran.
Envolvemos los rollos en papel
transparente y los volvemos a meter a la nevera mínimo una hora. Esto es para
que vuelvan a coger consistencia y no se nos rompan.
Sacamos los rollos de la nevera
y ponemos el horno a precalentar a 170ºC.
Ahora se trata de cortar
lonchas de aproximadamente 1,5 cm de ancho, intentando que sean todas del mismo
grosor. Veréis que las del medio son las que mejor quedan. Colocamos las
galletas en la bandeja de horno y las horneamos durante 15 minutos.
Consejos
·
En lugar de usar colorante para lograr masas de dos colores,
podéis hacer masa de vainilla y masa de chocolate (sustituyendo 50 g. de harina
por cacao en polvo).
·
Podéis hacer todas las combinaciones de colores que queráis.
·
Para decorar por fuera, en lugar de sprinkles podéis usar:
galletas machacadas, frutos secos picados, coco rallado...
·
Antes de hornearlas podéis introducir un palo de brocheta en
cada galleta, de manera que luego parezcan piruletas.
Aunque
el proceso parezca muy largo, no lo es tanto y el resultado es realmente bonito
y llamativo. A los peques seguro que les encantan.
Muás
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