¡¡Hola de nuevo!!
Aquí me tenéis un día más dispuesta a endulzar vuestras
vidas un poco. Aunque hoy con un pelín de sabor agridulce. Dulce porque ya
sabéis que es lo que me gusta y ése va a ser el tema de esta entrada. Pero
amargo porque es mi último post como
bloguera con El
Boulevard. Eso sí, yo siempre me quedo con lo bueno de las cosas
y he de decir que la experiencia me ha
encantado, que he disfrutado muchísimo, tanto de los talleres como de las
entradas que he compartido con vosotros. Espero que os hayan gustado las
recetas que he compartido aquí y si queréis más, no tenéis más que visitarme en mi blog: Gallecookies :)
Y hoy, por ser el último día, en
lugar de una receta voy a compartir con todos vosotros una información que creo
os va a resultar muy útil e interesante. Os
voy a contar cómo podemos sustituir ingredientes (o por lo menos algunos)
en repostería.
A todos nos ha pasado alguna vez que queremos ponernos a
preparar alguna receta y cuando miramos en la despensa resulta que nos falta algún ingrediente. Si
vives en una ciudad grande en la que abren los supermercados incluso los
domingos esto no es problema. Pero en el resto de sitios en el que no abren, o
te quedas con las ganas o buscas una alternativa. O igual sí que abren, pero no
te apetece nada salir de casa a comprar unos huevos.
A lo mejor el problema no es que
nos falte un ingrediente, sino que alguno de los ingredientes no lo podemos
tomar por tema de alergias o
intolerancias. O vamos a cocinar para alguien que no puede tomar un
ingrediente concreto. O simplemente
no queremos usar ese ingrediente porque
no nos "hace gracia".
Como yo soy muy de cambiar los ingredientes de las recetas y de
sustituir algunos, pensé que estaría bien escribir un post sobre cómo podemos
sustituirlos y seguir obteniendo un resultado decente y
comestible. Porque no se puede sustituir
todo al tuntún, que luego nos salen auténticos desastres (doy fe).
Sustituir
la mantequilla
La mayoría de recetas de
repostería actuales, que vienen de recetas americanas, usan mantequilla como
ingrediente graso. Yo no soy nada "fan" de usar tanta mantequilla y desde hace algún tiempo ya siempre que
puedo la sustituyo por aceite. Sigue siendo grasa, pero por lo menos es
vegetal y más sana.
120 g. de mantequilla ==> 100 ml. de aceite de oliva suave o de
girasol
De esta manera, además de ser más sano, pueden hacer la receta personas con intolerancia a la lactosa y las personas veganas.
Sustituir
el azúcar
No queremos privarnos de un buen
dulce, pero tampoco queremos acabar con
la glucosa por las nubes. O puede que queramos preparar un postre o una
tarta para una persona
diabética. Hoy en día hay muchas opciones de edulcorantes en el
mercado.
Últimamente el que se ha puesto
de moda es la Stevia. La
stevia es una planta cultivada principalmente en Paraguay y
Brasil con un gran poder edulcorante, hasta 30 veces más que la misma
cantidad de azúcar. Se comercializa en forma de polvo blanco, aunque también la
hay líquida y hasta se pueden comprar las hojas.
100 g. de azúcar ==> 11 g. de stevia (aprox.)
Se calcula que hay
que dividir la cantidad de azúcar entre 9 para obtener la cantidad de stevia
equivalente. Yo la utilicé para la tarta que os enseñé en el post anterior y quedó buenísima!
Sustituir el huevo
Hablaremos en todo caso de
sustituir el huevo en recetas de repostería. Las alternativas al huevo que os doy aquí no sirven ni para tortillas,
ni rebozados ni otro tipo de recetas saladas que usen huevo.
El huevo en la repostería cumple una función concreta. En todas las recetas hay una parte de ingredientes secos, alguna grasa, algo que lo haga levar y algo que hace que todo ligue bien, que es el huevo. No sólo eso, contribuye a dar textura y conserva la humedad. Así que veamos qué otros ingredientes pueden cumplir esa función:
El huevo en la repostería cumple una función concreta. En todas las recetas hay una parte de ingredientes secos, alguna grasa, algo que lo haga levar y algo que hace que todo ligue bien, que es el huevo. No sólo eso, contribuye a dar textura y conserva la humedad. Así que veamos qué otros ingredientes pueden cumplir esa función:
1 huevo ==> 1/2 plátano grande muy maduro (o 1 pequeño)
1 huevo ==> 1 manzana pequeña rallada
1 huevo ==> 60 g. de compota de manzana
1 huevo ==> 1 kiwi rallado
Evidentemente hay más maneras de
sustituir el huevo en la repostería, pero éstas de arriba (salvo la del kiwi)
son las que he probado y me han funcionado. Como veis, el huevo se sustituye por fruta, con lo cual hay que tener cuidado con los sabores. Pensad que si en lugar de
huevos usáis dos plátanos maduros, vuestro bizcocho o preparación va a adquirir
un gran sabor a plátano.
También he leído
que hay una harina especial que es para
usar sin huevo, la harina "Yolanda". De todas formas, si os interesa saber más
sobre cómo sustituir el huevo en recetas, no sólo en repostería, encontraréis
un montón de páginas y foros en internet con información.
Sustituir los lácteos: leche o nata
Por suerte hoy en día sustituir los lácteos es bastante sencillo, ya que
en el mercado existen una gran cantidad de leches vegetales: soja, avena,
arroz, almendra,... El único
"pero" que pueden tener estas leches es el sabor, ya que hay
gente a la que no le gustan. A mí misma, la única leche vegetal que me puedo
tomar así sola es la de almendra,
el resto no me gustan nada. Pero las he probado en bizcochos y no se nota nada
el sabor ni alteran el sabor de las preparaciones, a no ser que sea algo que
tenga que saber a leche, claro.
100 ml. de leche ==> 100 ml. de leche vegetal (soja, avena,
almendra, arroz,...)
Con la nata ocurre parecido, cada vez es más fácil conseguir nata vegetal en el supermercado. Hay natas de soja o natas especiales para repostería sin lactosa. Yo he usado muchas veces una nata vegetal llamada Vegetop y es una maravilla. Además de estar rica, se monta mucho mejor que la nata animal, aguanta más firme más tiempo.
Sustituir
la harina
Bien, por suerte o por desgracia
la harina es insustituible. Podemos variar el tipo de harina, pero no
suprimirla, ya que de lo contrario no lograríamos una masa. Podemos cambiar la harina de trigo por la
misma cantidad de harina
integral. También podemos variar las harinas y descubrir un
mundo de sabores y combinaciones fascinante: harina de centeno,
de espelta,
de maíz, de garbanzo, de arroz,...
Si el problema es
que somos celíacos,
entonces se puede hacer un mix de
diferentes harinas
sin gluten y fécula
de patata. Aunque lo más fácil es optar por preparados que
venden en el supermercado, como el Dolci
Mix de la marca Schar. Lo bueno es que hoy en día hay ya
muchísima información al respecto y muchas páginas de internet dedicadas a la
celiaquía donde podréis encontrar todo lo que necesitéis saber.
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Por supuesto que habrá más
maneras de sustituir ingredientes, pero éstas
son las que yo he probado y sé que funcionan. También hay más ingredientes
que podemos querer sustituir, pero éstos son los más básicos que prácticamente
cualquier receta de repostería que queramos preparar va a usar.
De todas formas, os dejo este esquema que me encontré
naufragando por internet (sí, yo no navego, yo naufrago por internet) y que
no sé muy bien de dónde la saqué. Son
sustitutos para hacer los postres más sanos supuestamente. Lo que pasa que
no vienen las proporciones y hay algunos que no sé muy en qué manera hay que
usarlos, como las alubias negras para sustituir la harina ¿?
Espero que os sirva de ayuda
para cuando os encontréis a falta de algún ingrediente, o si tenéis alguna
intolerancia alimentaria o alergia o si simplemente queréis hacer un postre un
poco más sano.
Muas
Iratxe
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